lunes, 28 de septiembre de 2009

Resbalón

Celebramos el cumpleaños de Marian. La palabra celebración y decaimiento no deberían ir en la misma frase, pero en mi caso, si que van.
Todo empezó muy bien, y Marian sonreía. Eso parecía ser lo más importante de todo. Marchaba todo sobre ruedas y las ideas convencieron bastante a la cumpleañera. Hubo algunos imprevistos (no vayais a cenar al foster's por vuestro cumpleaños)
A pesar del baile y la locura, cuando llegamos a casa mi yo maníaco-maniático se hizo cargo de la situación. Hubo un torbellino de sensaciones y emociones en mi cabeza que me hicieron decir y hacer cosas muy inusuales en mí. Perdí por un momento ese innato impulso de divertirme a mí y a los demás.
Y tiré a la basura la noche.

No puedo permitirme resbalones así, porque Marian no tiene la culpa. No tiene ninguna.

1 comentario:

  1. Eso le pasa a mucha gente, nadie es perfecto. Pero si me permites que te de un consejo...
    No te guardes tanto tiempo las cosas, no es bueno, tarde o temprano acabas explotando, no es mejor decirlas a tiempo?
    xao ;)

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