viernes, 24 de septiembre de 2010

Stand by...

Lamentando mucho escribir esto, os notifico que llevo dos semanas sin escribir.
Teilnok ha tenido un problemilla, y está agobiado, tanto que casi muestra sus sentimientos, y eso es algo que no debo permitir. Todavía no sé como esquivar el tema de manera satisfactoria, para que nada quede ni inconcluso, ni forzado.
Supongo que ya era hora, llevaba muy buena racha y todo se detiene en ocasiones. Sin embargo os prometo que todos los días abro el último capítulo y lo leo, esperando a que mis musas aparezcan y me enseñen a escribir.
Tengo la esperanza de que ahora con el inicio del curso escolar, pueda retomar las ganas, la inspiración, y las ideas para continuar, y saber si debo narrar la fatídica noche en la que me encuentro, o contar directamente la mañana siguiente. Seguro que lo resuelvo.

Ah! Voy a estudiar Francés en la Escuela Oficial de Idiomas... ya os iré contando...

Os dejo un fragmento de la novela por aquí!

"El lobo se sentó en la cama y tomó la piedra de afilar la espada. Al desenvainarla, trató de quitar con un trozo de tela la sangre seca, pero no salía fácilmente. Tim se acercó y lo ayudó. Lentamente, y pasados unos minutos, Teil comenzó a hablar.

-Nadie sabe nada de mí Tim, excepto tú. Si me pasa algo a mí, tú te quedarás con este lugar. No hay nadie más que lo reclame, ¿lo has entendido Timothy?

El niño asintió, sintiéndose sobrecogido por lo que acababa de entrever. Con Teil siempre se trataba de leer entre lineas y a Tim se le daba muy bien. Lo que acababa de leer lo conmovió: Teilnok estaba solo, y él era el único en quien confiaba en toda la ciudad. Le acababa de ofrecer esa casa y Tim sabía lo que había dentro: mucho, mucho, mucho dinero.

-Pero los demás...

-Todos están corruptos. Y tú eres inteligente, más que ellos. Es la única muestra de fidelidad que puedo darte, porque no sé dar otra. - Por último, y con gran esfuerzo añadió- Lo siento.

-Tú nunca pides disculpas.

-A ti sí. - Le revolvió el pelo rubio otra vez. Tim ya estaba sonriendo.

No le importó tener las manos llenas de sangre seca y pegajosa, Tim se sintió muy feliz, y siguió limpiando el arma con tranquilidad, pensando lo que diría su madre si le viera. Si Teil era incondicional con él... ¿Porqué no iba a serlo Tim?"


viernes, 17 de septiembre de 2010

Otra pieza

He observado que lo que más os gusta son los breves fragmentos que os entrego... Aquí va este. Es jugosamente reciente, os lo puedo asegurar.


"Un crujido cercano puso en guardia al lobo, que se pegó a una pared en penumbra. Vio girar unos metros más allá a dos miñones, que buscaban a alguien sin duda. Y Teilnok creía adivinar a quien.

-¿Teilnok? ¡Sal! ¡Te llama la ley!

Lo habían visto, seguramente avisados por Moali. No tenía sentido esconderse.

-¿Y como sabe la ley mi nombre? -Anduvo hasta el centro del camino de tierra, rodeado de escombros y ratas. Al quitarse el sombrero, su pelo semilargo y oscuro le enmarcó la mirada atenta. Los guardias no parecían asustados en absoluto, y eso hizo pensar a Teil que quizá no estaban solos, porque no eran lo suficientemente fuertes como para estar tan relajados.

-¡Tu fama te precede! -dijo el miñón rubio, que era joven. Se pararon a escasos metros de Teil, quien bajo el abrigo ya aferraba su cuchillo.

-Llevamos un tiempo buscándote, y pensamos que alguien como tú... Bueno, rondaría por la zona... [...]

-El caso es que en los tiempos que corren... Verás Teilnok.- El miñón dió confiado unos pasos hacia adelante. Teilnok respondió al movimiento interponiendo un cuchillo entre ambos. La sonrisa del adolescente desapareció, colocó las manos indicando a Teil que se calmase, y dio un paso más.

Fue lo último que hizo antes de notar el cuchillo de Teil ceñirse peligrosamente a su cuello. El tal Trab, soltó un ridículo gritito. Teilnok susurró al oído del joven.

-Mi nombre no se va diciendo por ahí... ¿Lo has comprendido? ¡No se pregunta por mí!

El joven no podía mover la cabeza, pero Teil supo que lo había comprendido por el temblor que se había adueñado de él.

-No le hagas nada, ¿vale? Hay que tranquilizarse. No pasa nada. -Decía Trab a trompicones, retrocediendo unos pasos.

“Las joyas de la Reina” Pensó Teilnok asombrado por la cobardía de los miñones.

-Te lo voy a preguntar una vez. ¿Porqué me buscáis?"


jueves, 9 de septiembre de 2010

Objetivos erróneos.

Este año ya comienza a terminarse. Septiembre siempre ha sido el punto de inflexión para mí, el comienzo de los proyectos, que acabaré, y también de los que no acabaré. Esta vez, el ansia de conocimiento me está sacando de mis cabales, y es que no tengo ningún tipo de objetivo fijo, fuera del avance que espero de mi misma. La novela, parece interminable. Acabo de atascarme y he tenido que cerrar el archivo que tan de cabeza me trae, espero continuar esta noche, pero creo que hoy debería descansar.
Va a ser extensa la novelucha, y eso ya no me parece malo. Si no la escribo de modo satisfactorio, me arrepentiré siempre porque no todas las cosas inacabadas se pueden acabar sin empezarlas de nuevo. Quiero hacerla de principio a fin, sin evitar cosas que no quiero decir, y diciendo cosas irrelevantes que hacen de la novela lo que es: ALGO MÍO.
Así quiero que sea, y espero comenzar el año próximo, planteándome avanzar, y no terminar.