miércoles, 7 de octubre de 2009

Locos

Llevo unas semanas dedicándome a aprender en el escaso tiempo que tengo libre. Estudio algunos pasajes de la historia, y algunos elementos que me pasaron desapercibidos hace tiempo.
En esta búsqueda, aún sin buscar nada en concreto, estoy descubriendo muchas cosas que lamento no haber descubierto antes. Hablo de Vincent van Gogh... ¿Quien no lo conoce? Estoy segura: todos sabeis decirme algo sobre él. La noche estrellada, uno de los muchos autorretratos, los lirios, la habitación, las interminables sillas, con suerte los campesinos que comen patatas... El genio esquizofrénico, recluuido en su manicomio interno y externo mientras pinta, siempre a la sombra de su hermano... Y sigue desdichado incluso tras morir. ¿Qué diría si supiera que creemos que se cortó la oreja? El verdadero responsable de la pequeña mutilación del lóbulo debe de reirse en su tumba.
Ya veis, incluso tras morir sigue siendo desdichado porque popularmete, nadie conoce la verdad.
El holandés, genio loco ingenuo, ingresó voluntariamente en un manicomio ¿que agallas hay que tener para hacer tal cosa? ¿Hasta que punto debe una persona ser consciente de su locura? Poco es demasiado en estos casos. El genio ya es esclavo de los dimes y diretes de su vida.
Antes de compartirlos, o si quiera pensarlos un segundo más, os invito a uniros con Van Gogh a la locura de leer su biografía y los estudios de sus cuadros más polémicos. Leed sus cartas y tratad de comprended a un genio prostituido tras su muerte, e ignorado durante su vida.

Puede que sea cierto eso de que todos los genios están locos.

1 comentario:

  1. Hm... yo también suelo hacer esas cosas, ya lo sabes. Pero prefiero hacerlo para desmitificar personajes que reciben demasiadas comidas de polla. Por ejemplo, cualquiera que lea un poco (de verdad poco, no una biografía entera) acerca de Edisson se dará cuenta de que, además de ser un hijo de puta, se le han atribuido méritos que no son suyos.

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