martes, 23 de noviembre de 2010

Ya no me importa.

Cualquiera diría que es triste entrar en tu blog, y no ver un triste comentario de alguien que se interese por él. Culaquiera lo diría, pero yo no.
Anteriormente ya lo he escrito: cada vez me importa menos la popularidad de mi blog, pero bien es cierto que hoy al abrirlo, y no ver ningún comentario de nadie bajo mi entrada anterior, me ha arrancado una sonrisa... una sádica sonrisa.
Eso ha sido muy bueno, porque de pronto he sabido que lo que tengo entre manos, a más de uno dejará boquiabierto.
Todo ha comenzado cuando, arreglando papeles esta mañana, me he topado con un breve y brillante escrito de una sola página. Trataba de una profesora de filosofía, llamada Elena Arnau, que corregía exámenes de sus alumnos, y tras acabar, simplemente descansa.
La extensión del escrito es de una página exacta, ni más ni menos. Sencillo. Claro. Sintácticamente correcto. Sencillamente brillante.
De muy pocos escritos puedo decir esto, no obstante de este hablo con la cabeza alta, pues lo escribí con poco más de diez años, y no lo supe hasta ver mi firma.
Me percaté de que mi escritura, a pesar de necesitar grandes dosis de aprendizaje y perfeccionamiento, es algo que siempre ha estado en mí, y que siempre he disfrutado. Por eso, con diez años, pude escribir un fragmento del que me siento orgullosa, y que de hecho puede que llegue a ser un proyecto en todo regla algún día. El texto está bien, porque yo escribiendo, también lo estoy, y eso lo trasmití hace diez años a un papel, y ha llegado a mí, millones de segundos más tarde con la misma intensidad que entonces.
Es perfecto sentirse así, y sentir que tengo algo grande entre manos, que va a hacer que dentro de diez años me sienta orgullosa.
Quizá entonces, cuando los cuatro gatos que espero que lean mi libro sepan quien es Teilnok, este blog sea un mudo y orgulloso testigo de algo que un día estuvo inconcluso, y que la gente LO QUIERA LEER.
Hoy he sonreído porque imaginé por un segundo un libro encuadernado, y alguien cerrando su última página, que acudía después corriendo a visitar este blog.

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