martes, 10 de noviembre de 2009

Olvidemos que hay futuro.

Desde que recuerdo, muchos de mis planes y objetivos se han visto truncados irremediablemente. La racha continúa, tras haber cumplido 21 años. Mis últimos tres posibles viajes se han ido al garete: Bournemouth, París y Tenerife. EL primero y el último son causa y reacción de ser una persona responsable con empleo y casa. Daría vidas por ser una adolescente que ve la tele y que ha terminado de estudiar y piensa... "que hago? Estudio o no este año?". Pero eso no puede ser. Ahora veo como mi entorno vive de la nada y me deja en la estacada, dando por hecho que soy lo suficientemente fuerte como para no odiarme a mí, ni mi situación. Y París... en fín, puede que si la gente que me rodea supiera leer mejor todo habría ido sobre ruedas... Estaré en casa, "disfrutando de mi tiempo libre". No pensaré que debería de estar en París. No lo haré.

Mi conclusión final es que los planes y objetivos te llenan y te vacían demasiado rápido. Y sin embargo soy tan estúpida que no puedo evitar de aspirar a ellos.
Soy una personita inquieta e inconformista hasta extremos insospechados. Y lo peor de todo es que no quiero dejar de serlo. Me siento bien al sentir que los demás son hormigas aburridas y conformistas, y yo soy una desgraciada revolucionaria. Ironías supongo.

1 comentario:

  1. Si te sirve de consuelo, el año pasado no me pude ir a cuenca en nochevieja porque curraba.
    Yo tambien he pasado por ahi, tranquila, saldrás adelante :P

    ResponderEliminar