domingo, 2 de noviembre de 2008

Historias pasadas

En el segundo comentario de mi primer post, un coleguita mío comenta, así como dejándolo caer, una curiosa palabra sin terminar: Fotoluna...
Sí, la palabra es fotolunática. Fue un año muy dificil, tenía turno de tarde en el instituto, mi mejor amiga iba por la mañana... tuve que adaptarme a horarios nuevos, que resultaron bastante perjudiciales para mi salud. Los turbados pensamientos clásicos de los dieciseis años empezaron a agriarme el caracter, a dificultar mi sociabilidad, y simplemente a hacerme la vida más dificil. Tanto que dejé de dormir. Se me desarrolló un insomnio que los médicos tildaron de crónico, me dieron unas horribles pastillas para dormir, y me sacaron al mundo. Paralelo a eso, en mis ojos, comenzaron también los problemas. Igual era por la pantalla frente a la que me pasaba horas escribiendo esa gran obra maestra, todavía interminada, pero lo que sucedió fue que se me rasgó la retina del ojo derecho, y con el sol, se me agravaba bastante. Me recomendaron protegerme con gafas de sol de calidad, siempre que me doliese lo más mínimo, por si acaso ese rasgado retinal, se convertía en rotura. Llegó un momento que el malestar era tal, que tuve que pedir un justificante escrito para protegerme la vista, incluso en clase. Cierto era que no tenía muchos coleguitas. Pero sin saber como, Navarro, Garay y Sentandreu se convirtieron en mis torturas de 3 a 9 todos los días. Y ahí surgió; del "¿por qué llevas gafas?" al " ah, entiendo... eres fotolunática" solo pasaron un par de segundos. Recuerdo también el haberme ido a Praga con una irreconocible Saida, y frecuentar en compañías de un tal bailarín llamado Max... Solo han pasado 4 años, y la única muestra de que aquello fue real, es una sonrisa que me aparece en la cara cuando veo un pequeño avión de jugete. Fue cortesía de Garay, para que "olvidara" mi miedo a volar. Todo se borra tan rápido... Antes volaba a diario, ahora mis pies están jodidamente clavados en un suelo, siempre demasiado duro, y demasiado frío.

8 comentarios:

  1. Veo que me aprecias.

    Fdo. Axi.

    ResponderEliminar
  2. Fue un tiempo extraño el de esa época. Nos veíamos poco. Pero luego eso cambió, y luego volvió a cambiar. Aunque tu y yo sabemos que aunque el tiempo pase siempre tendremos la misma conexión cuando nos volvamos a ver. Un besazo.

    ResponderEliminar
  3. No tengo el placer de identificar al segundo comentarista. Respecto al primero... No tengo tanta cara como para retomar mediante un blog, una relación más que deteriorada. A pesar de todo, agradezco vuestra colaboración.

    ResponderEliminar
  4. Para axi: Entonces me alegro mucho. Simplemente, no contaba con que te interesase lo más mínimo qué es de mi vida. Todos nos distanciamos mucho. Gracias por tus comentarios, de verdad. Agradeceré que participes.

    ResponderEliminar
  5. En cierta ocasión pude escuchar en la radio una lista de motivos por los que NO crear un blog y el primero de ellos era que ya existen cientos de millones de ellos en el mundo, así que a nadie le va a interesar uno más. Quedas excluida de esta norma: siempre tendrás al menos un lector (y casi seguro unos cuantos más) que querrá saber de ti con mayor frecuencia con la que se producen extrañas alineaciones planetarias por las que tengo un rato para hacerte una llamada y tú para atenderla.

    Espero que mis deudas provocadas por el maldito G.A.S. me permitan hacer una visita a València antes de acabar el año.

    ResponderEliminar
  6. Gracias por lo de la insaciable curiosidad (una exageración importante, pero bueno xD).

    Leeré de forma regular y dejando aparte este saludo, comentaré cuando esté en condiciones de decir algo interesante. Y gracias.

    ResponderEliminar
  7. Creía que conocerías al segundo comentarista, es decir, yo. Mmmmmm... Sirocco te suena de algo??

    ResponderEliminar