lunes, 21 de septiembre de 2009

Lectores, Teilnok; Teilnok, lectores.

Me encantaría tener ganas de mostraros todo el trabajo que estoy haciendo con mi nueva novela. Incluso gran parte de ella está en soporte analógico y no en digital, y eso amigos míos es un gran logro. Pero no tengo ganas. Prefiero plantar dentro de un tiempo- temo que será bastante - un tomo con sobrado condimento en la cara de alguien, sin que ese alguien sepa qué va a pasar en la historia. Quiero que sea una aventura para alguien leer mi libro. Vale, no tiene título, ¿y qué? No es lo único que importa. Lo relevante de ese libro es su protagonista. ¿Su nombre? Teilnok. He decidido recopilar unos fragmentos de él para que os vayais familiarizando con mi coleguita. De la historia no os contaré nada... por el momento.


"Olía a polvo y a madera raída. Se oía crujir la pequeña ventana opaca y sucia que estaba en el rincón más absurdo e inaccesible del lugar. Teilnok advirtió esto, y sonrió divertido, a pesar de su situación. Se sentaba despreocupado sobre una precaria silla, que chirriaba a cada respiración del hombre, al cual -acostumbrado a la suciedad y a aquel olor a rancio- no le importaba traquetear sobre la mesa mugrienta con los dedos."


"El barón seguía mascando, y gruñendo cada vez que miraba a Teil.

-Tu nombre.- Exigió.

Teilnok estaba muy ocupado quitando trozos de barro de sus botas, parecía que contestaba por casualidad.

-Sabandija está bien. Me gusta. Tiene personalidad.

-Dime donde vives.

Teil miró desafiante al barón. Mostró una pícara sonrisa.

-Debería usted de haberme citado en otro sitio más elegante, quizá en el teatro, o en su propia casa, frente a una buena comilona.

-Donde vives.

-Mi gran señor... No estoy muy seguro. Si se refiere a donde paso la mayor parte del tiempo... Entonces frente a una jarra de cerveza. Si se refiere a donde duermo... Entonces ahora vivo en casa de cierto coleccionista de arte que ha dejado a su mujer sola en casa durante su viaje. - Rió - No sé si me entiende...

-Perfectamente.- Asintió confuso el barón. No había obtenido respuesta.

-Seguro.- Teilnok, levantó las cejas, y se puso en pié para apoyarse en la mesa. "Eunuco" Pensó.

El barón dio un imperceptible paso atrás.

-Mi hija ha sido violada. Brutalmente y reclamo justicia.

Inmediatamente el ambiente de la estancia cambió. La tensión se hizo tangible y Teilnok se inclinó un poco sobre la mesa, interrogando con sus ojos profundos al barón. Su tono de voz era peligrosamente tenue.

-¿Cuanto vale para usted la justicia?"


Simpático, verdad?

1 comentario: